En la línea del uso de las metáforas terapéuticas hoy quiero compartir con vosotros una muy empleada en el trabajo con la depresión (Otto, 2000) utilizando la herramienta terapéutica de la externalización. Esto consiste en ayudar al paciente a diferenciarse del problema de salud mental, en este caso la depresión y aprender a diferenciarse a sí mismo (identidad, estima, pensamientos, emociones, reacciones) del sí mismo bajo los efectos del problema de salud mental. Sirve para que las personas identifiquen los síntomas y aprender a afrontarlos y manejarlos de una forma útil dado que en ocasiones puede ser muy difícil.
La externalización la podemos utilizar con otros problemas de salud mental para ayudar al paciente a distanciarse de aquellos problemas que le oprimen y trabajar desde otra perspectiva teniendo cuidado de no victimizar al paciente o eximirle de la responsabilidad de sus actos. La externalización del problema, permite la liberación de la vergüenza y el miedo, invitando a las personas a la innovación y a la creatividad para abordar sus dificultades sin generar culpa. Queremos que contacte con sus partees más sanas y las pueda difrenciar del problema dado que en momentos de un malestar agudo puede ser muy confuso.
“Imagínate una gárgola en tu hombro, como
las gárgolas son de piedra, esta gárgola de
depresión te hunde y te dificulta moverte para
realizar cualquier tipo de actividad. Además
te está constantemente susurrando al
oído. Los mensajes son negativos, humillantes,
te culpabilizan por todo. Si te encuentras
mal, la gárgola te afirma rotundamente que
así te sentirás siempre. Y lo peor es que tú te
crees todo lo que te susurra. En las próximas
semanas, deberás aprender a identificar cuáles
son estos mensajes y ser consciente que
vienen de la gárgola”