CAVANDO ES COMO SE HACEN LOS HOYOS

CAVANDO ES COMO SE HACEN LOS HOYOS

 

A veces en terapia tenemos la suerte de encontrar aquellas estrategias ineficaces que venimos tiempo manteniendo y que lejos de aliviar nuestras dificultades las están agravando y convirtiendo en un verdadero problema.  Cuando esto sucede es una verdadera suerte dado que nos va a permitir identificar y luego evitar aquello que alimenta el problema y podremos empezar a formular soluciones más eficaces. 

La metáfora de la persona en el hoyo que Kelly Wilson y Carmen Luciano nos presentan en su manual de la terapia de aceptación y compromiso viene mucho al caso  y la compartimos hoy con vosotros. Es muy habitual que  en terapia tengamos que hablar de estrategias que tenemos que empezar a cuestionar y desechar para sustituir por otras aunque tengamos que desarrollar herramientas nuevas. Esto puede dar miedo pero es parte fundamental de la terapia y llegar a este punto es una buena noticia.

 

Darse cuenta de que la estrategia mantenida a veces durante mucho tiempo no da resultado ni lo va dar puede generar desesperanza pero es un momento muy valioso de la terapia para enfocarse hacia lo que si puede funcionar aprovechando esa emoción.

 

METÁFORA DE LA PERSONA EN EL HOYO

Un hombre iba por el campo, llevando una venda en los ojos y una pequeña bolsa de herramientas. Se le había dicho que su tarea consistía en correr por ese campo con los ojos vendados. El hombre no sabía que en la granja había hoyos grandes y muy profundos, lo ignoraba completamente. Así que empezó a correr por el campo y cayó en uno de esos grandes agujeros. Empezó a palpar las paredes del hoyo y se dio cuenta de que no podía saltar fuera y de que tampoco había otras vías de escape. Miro en la bolsa de herramientas que le habían dado, para ver si había algo que pudiera usar para escapar del hoyo, y encontró una pala. Eso es todo lo que tenía. Así que empezó con diligencia, pero muy pronto advirtió que no salía del hoyo. Intento cavar más y más y más y más rápido, pero seguía en el hoyo. Lo intento con grandes paladas y con pequeñas, arrojando lejos la tierra o arrojándola cerca… pero seguía en el agujero. Todo ese esfuerzo y todo ese trabajo, y lo único que conseguía es que el hoyo se hiciese cada vez más y más profundo. Entonces se dio cuenta, que cavar no era la solución, no era la forma de salir del hoyo, al contrario, cavando es como se hacen los hoyos más grandes. Entonces empezó a pensar que quizás todo el plan que tenía estaba equivocado y que no tenía solución, ya que cavando no pueda conseguir una escapatoria, lo único que hacía era hundirse más.

 

¿Qué emoción te ha generado la lectura de esta metáfora? 

¿Te ha conectado con alguna historia tuya? Comparte con nosotros en comentarios lo que te ha generado, ejemplos propios, etc. Si crees que a alguien le pueda interesar no dudes en compartirla.

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